La Educación Ambiental se muestra como una de las herramientas básicas para luchar contra el avance de este deterioro y de toda la problemática asociada. Las reformas legislativas o los avances tecnológicos no pueden ser útiles si no existe una sensibilización y una concienciación previa de la población, que ha de ser al fin y al cabo la artífice del cambio.
De esta manera, el papel de los educadores/as y monitores/as ambientales es básico para transmitir la información y el mensaje destinado a la acción que provoque y facilite el cambio de actitud necesario para una mejora global.
